lunes, 27 de octubre de 2008

EXTRAÑA ACTITUD DEL PRESIDENTE URIBE Y SU MINISTRO VALENCIA COSSIO EN LA MINGA...

El presidente Uribe no asistió al debate como se había previsto, sin embargo mantuvo constantes pronunciamientos con los medios de comunicación, envió propuestas a través del gobernador del Valle y ofreció reunirse, en el marco de un consejo comunitario, solo con una delegación de la Minga de Resistencia Social y comunitaria que llegó al CAM a las 11 de la mañana, despues de una caminata por las principales vías de la ciudad de Cali

HECHOS:

Más de 45 mil personas, mujeres y hombres, indigenas campesinos y trabajadores, entre ellos los corteros de la caña de azucar, caminaron organizadamente la distancia que separa la Universidad del Valle con el Centro Administrativo CAM, protegidos por la Guardia Indigena cargando feretros en homenaje a los compañeros asesinados por la fuerza pública y acompañados de ochenta víctimas de los 122 heridos que dejaron los ataques del escuadron movil anti disturbios, ESMAD y miembros del Ejercito Nacional contra la Minga de Resistencia Social y Comunitaria que adelantan las comunidades indigenas y vastos sectores sociales del Cauca y el país desde el 12 de Octubre de 2008.

Como los manifestantes no aceptaron la propuesta de reunirse en el marco de un consejo comunitario, se definió esperar al presidente hasta la una de la tarde momento en que se daría inicio al debate con las autoridades indigenas y los garentes de la comunidad nacional e internacional que tomaron aciento dejando libre la silla del presidente.

Por varios comentarios se supo que el presidente no llegaba al CAM por problemas de seguridad proponiendo reunirse con un número limitado de personas, en la sede del canal de televisión regional o en las instalaciones del Concejo Municipal, con emisión directa por el canal institucional, lo cual no fue aceptado por la Minga, exigiendo su presencia en el Lugar.

Presentadas las razones de la Minga por el Moderador del Debate, y la Consejera Mayor CRIC, la comisión de garantes expresó que dada la ausencia presidencial ellos recibirían las propuestas y solo podrían asumir un papel de testigos y facilitadores del proceso, pues aún no se observaba compromiso gubernamental.

A las cinco de la tarde, confirmando que el presidente no asistiría al debate público, se dio por culminado el evento que bajo la dirección de la guardia Indígena emprendió, de forma ordenada, el regreso a la sede de la Universidad del Valle. Unos minutos después, individuos de civil con teléfonos móviles y armados intentaron subirse a la tarima que se estaba desocupando, siendo impedidos por algunos guardias, curiosos y un nudo de periodistas que aún permanecían en el lugar. En medio de la sorpresa y el forcejeo se identificó que era el ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, quien se retiró internándose en los alrededores del edificio del CAM.

Sorpresa e indignación sintieron los manifestantes al llegar a la sede universitaria y enterarse que el presidente Uribe, intento también, a la fuerza, ingresar al lugar y como cualquier desempleado arengó en contra de los indígenas en un improvisado Consejo callejero en el Puente Peatonal que sirve para ingresar al centro administrativo.

Con las manifestaciones de los funcionarios institucionales se observa una actitud perversa que pretende enlodar el buen nombre de la Minga, pues, al expresar la falta de seguridad para asistir está enviando a la opinión pública el mensaje de que allí está el terrorismo o la guerrilla; sin embargo parece que esta vez sucedió lo contrario: puso en duda la efectividad de la política de seguridad democrática, la cual al parecer no le brinda garantías ni siquiera al mismo presidente.

Para las autoridades tradicionales indígenas como para los voceros de las organizaciones sociales que avanzan en La Minga de Resistencia Social y Comunitaria, resultó extraña la actitud del señor Uribe y su ministro, pues teniendo, de forma permanente, contacto con el gobernador del Valle, quien fue vocero y facilitador entre el presidente y la Minga, decide, de forma abrupta, llegar al CAM cuando solo unos pocos permanecían en el lugar.

Este hecho anormal resultó similar al sucedido con los periodistas de RCN y Caracol quienes ingresaron a la sede de la Universidad del Valle en un helicóptero de la policía nacional pudiendo entrar por la puerta como lo estaba haciendo toda la prensa. Situación que forzó la actuación de la guardia indígena que los detuvo creyendo que eran militares vestidos de civil.

Reunidas las autoridades indígenas y los representantes de las organizaciones sociales, después de analizar los acontecimientos, resolvieron declararse en asamblea permanente y continuar en Minga de Resistencia Social y Comunitaria, afirmando que los puntos para el debate siguen vigentes, los cuales se consultarán con las organizaciones de la sociedad civil, hasta tanto el gobierno acepte el debate público en condiciones diferentes a los conocidos consejos comunitarios del presidente Uribe.

Dignidad ante todo, no aceptamos la mentira.



MINGA DE RESISTENCIA SOCIAL Y COMUNITARIA

domingo, 26 de octubre de 2008

Carta al Gran Jefe Blanco

Escribo esta carta por una manda de un chamán de La María, Antioquia. No tiene las manos manchadas de sangre. Es un chamán del Resguardo Marcelino Tascón, de Valparaíso. Me pidió que le escribiera esta carta porque él y los indios de su tierra conocieron a su padre, don Alberto Uribe. Ellos se acuerdan mucho de él, de todos sus hermanos. Me contó que él tenía por costumbre celebrarles la Primera Comunión en el convento de la Madre Laura, en Belencito. Su padre era para ellos como otro padre. Cuando los saludaba les decía: ¿Cómo están, mis hermanos? Ellos crecieron trabajando como peones en fincas ajenas. Usted sabe que ellos son hombres de paz. Saben a qué conduce el odio porque les ha tocado vivirlo.

El chamán me dijo que Colombia es un país que está en guerra hace años, y que hoy está en llamas. Me explicó que ellos han sido víctimas, como don Alberto y mucha gente más, de esta guerra. Que en 1986, cuando usted era parlamentario, los guerrilleros de las Farc fusilaron en una semana a más de 80 hermanos suyos en Murindó, por chismes inventados por un indio embera llamado Belisario. En esa época, a los embera del Bajo Atrato les tocaba pagar por cabeza 200 pesos por mes para que no los metieran en problemas, ni los mataran. Ellos juzgaron a Belisario con sus leyes y la condena fue dejarlo vivo, pero después de pedirles perdón.

Gran Jefe Blanco: las tierras de los embera y de casi todos los indios de Colombia fueron invadidas por nuestros abuelos, que huían de la pobreza. Luego, esas tierras fueron invadidas por guerrilleros, narcotraficantes, paramilitares, tropas de los batallones de la alta montaña. Todos ellos han abusado de los indios. Eso me dijo el jaibaná. A sus hijos se los han llevado a la fuerza los guerreros de todos los bandos. Por eso en el resguardo de La María, aprobaron hace años una ley que ellos han cumplido al pie de la letra: no meterse en las guerras de los blancos.

Señor Gran Jefe Blanco: el jaibaná me dijo que ni él ni su familia nacieron con tierra. Se las quitaron a sus abuelos, a sus padres. Él creció trabajando alquilado. Hasta que ya mayor le dieron un puesto en un trapiche a orillas del río Conde. Un blanco llamado Vicente heredó esas tierras. Un día resolvió devolvérselas. En esa época, ellos eran indios errantes. Se habían escondido en las selvas para que no los mataran en la violencia de los años cincuenta. Cuando Vicente les devolvió su tierra, ellos regresaron, aunque con temor. El Estado les legalizó la propiedad. Pero a su alrededor había una gran hacienda ganadera. El socio de su padre, don Edgar Jaramillo, dijo que no le gustaba esa vecindad. A partir de ese momento, la nueva tierra se volvió para ellos un infierno. El gobierno de Antioquia abrió una carretera, les puso electricidad, pero don Edgar se empeñó en que no quería indios de vecinos. Su padre le dijo: "Me hace el favor y les entrega esta tierra a ellos cuanto antes, porque yo sé que a mí me van a matar". Y lo mataron a los pocos meses unos guerrilleros de las Farc, en la hacienda Guacharacas, en el valle del río Nus. En cumplimiento de la voluntad de su padre, la nueva tierra les fue entregada a los embera. Hoy ellos no son unos indios desvalidos. Tienen casas, acueducto, alcantarillado, escuelas, energía eléctrica. Están exportando heliconias a los mercados del Oriente Medio.

El chamán me advirtió que usted tiene muy buena memoria. Que cuando hablaron en La Pintada, Antioquia, en su primera campaña electoral, en esa fiesta de coleo donde recogieron tanta plata, usted les prometió otras cosas. Que les cumplió lo de la tierra. Pero me dijo que usted no les cumplió otra promesa: la de no usar las armas contra sus hermanos. El viejo invocó el nombre de su padre y el de la Madre Laura, antes de despedirse. Me dijo que en el convento de ella hicieron la Primera Comunión casi todos los Uribe. Escribo esta carta porque así me la dictó el chamán. Me dijo que no sabía escribir. Que la escribiera yo por él.

viernes, 24 de octubre de 2008

SEGURIDAD DEMOCRATICA!

EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES, la otra cara de la seguridad democratica.

PARA NO OLVIDAR....

PARA NUNCA OLVIDAR, señor presidente, error militar?

PARA QUE NO LO OLVIDEMOS. seguridad democratica?

CUAL ES LA VERDAD? grave un presidente diciendo mentiras.

Nubes grises en el horizonte para el gobierno de Uribe en Colombia


Nubes grises en el horizonte para el gobierno de Uribe en Colombia
Huelgas en serie, protestas indígenas, amenazas de división en la coalición oficial y desaceleración de la economía, aparecen como nubarrones que deberá capotear el presidente colombiano Alvaro Uribe a dos años de terminar su segundo periodo, y que serán los mas duros de su gobierno según analistas. Uribe, elegido en 2002 y a quien las encuestas señalan una popularidad por encima del 70%, sigue siendo el jefe de Estado con más apoyo interno en América Latina, pero podría estar perdiendo capacidad de reacción. En el frente social ha enfrentado una serie de dificultades encadenadas: primero, una huelga de camioneros en agosto; luego una parálisis de seis semanas de los funcionarios judiciales, y desde mediados de septiembre un paro de actividades de los corteros de caña de azúcar del suroeste del país. A ello se suma la protesta que desde el 10 de octubre realizan los indígenas, que representan un 3,2% de la población, y exigen se les entreguen tierras y se les respete el derecho a la vida, a menudo burlado, según ellos, por el Ejército, las guerrillas de izquierda y los paramilitares de extrema derecha. Pero no es sólo la agitación social, también dentro de la coalición oficialista los apetitos se han agudizado de cara a la elección presidencial de 2010, en la que Uribe todavía no ha descartado participar. Ello le impidió la aprobación de una reforma judicial en el Congreso. En el exterior, Uribe podría además perder a su aliado más poderoso y su esperanza de lograr el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, si es elegido Barack Obama, menos dispuesto a respaldarlo que George W. Bush. Las violaciones a los derechos humanos en Colombia son cada vez más mencionadas en distintos escenarios internacionales. En Estados Unidos los demócratas no ocultan su preocupación por la alta tasa de asesinatos de sindicalistas y de impunidad. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU debe examinar en diciembre la situación en Colombia, incluyendo un reporte de las organizaciones no gubernamentales según el cual el Estado es responsable por "tolerar" e incluso "apoyar" miles de crimenes cometidos por los paramilitares. Uribe "se encuentra en una encrucijada" estima un diplomático acreditado en Bogotá. "Hay una multiplicación de la movilización, en ocasiones violenta, y el gobierno parece a la defensiva con reacciones a veces agresivas". A comienzos de octubre Uribe decretó la 'conmoción interior', uno de los tres estados de excepción contemplados en la Constitución, para enfrentar la huelga de la justicia, pero aunque los empleados retomaron el trabajo la semana pasada, la medida -que le permite tomar decisiones con fuerza de ley- sigue vigente. En la última semana, con las manifestaciones indígenas en alza, el gobierno acusó a los aborígenes de estar infiltrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a los sindicatos de instrumentalizar a los trabajadores para desestabilizarlo. "El presidente Uribe deberá mostrar ahora su capacidad de liderazgo, porque siempre ha tenido todo a su favor", señala León Valencia, ex guerrillero y director de la fundación Arco Iris, que analiza la coyuntura colombiana. "No solo de 'Seguridad Democrática' se vive y el gobierno tiene que entender eso", señala Valencia en referencia al nombre de la principal política de Uribe, que ha mantenido a la guerrilla lejos de las grandes ciudades y le ha dado a muchos colombianos un ambiente de normalidad. Valencia señala que la población pobre del país (casi un 50%) de los 42 millones, quiere ahora respuestas a "una serie de promesas incumplidas en materia de salarios y otros beneficios". Uribe deberá esforzarse en superar una difícil coyuntura en momentos en que el Estado, atado en materia económica por la crisis financiera mundial, tendrá cada vez menos instrumentos para calmar el clima de agitación social, apunta Valencia. El crecimiento de la economía, que llegó a un notable 7,5% en 2007, no llegará a 3% este año, según algunos estimativos, y la producción industrial cayó en los primeros ocho meses (-0,6%), por primera vez en nueve años, de acuerdo con una encuesta empresarial. "El gobierno es fuerte y permanecerá así", estima sin embargo un dirigente de la industria cercano al presidente, que bajo la condición de anonimato manifestó que la agitación coyuntural recibe "financiación del exterior". Por ahora la popularidad de Uribe, de 78% según la encuesta realizada por Gallup en septiembre, parece mantenerse intacta.